La vida del hombre que supo contar como nadie las historias de los personajes de Angostura.
Conrad fue, es y será sinónimo de una búsqueda incansable y de un admirable trabajo de recolección de archivos, fotos y memorias.
Sus Cuentos que no son cuentos lo definen como uno de los vecinos más importantes en el rescate de antiguas memorias e historias, algunas inconfesables por cierto.
Fuimos testigos junto a Romina Braicovich y Lucia Tuñon de una de esas charlas memorables hace unos cuantos años.
Demostró que para contar la historia de su pueblo y la región del Nahuel Huapi no le hizo falta ser un catedrático de la Universidad Argentina. Su Universidad fueron las viejas contadas a la luz del fogón cuando era adolescente y su innata habilidad para escuchar y transmitir antiguas historias de vida.
Si más anuncios, presentamos a partir de hoy, una serie de notas sobre Conrad y la gran familia Meier en la increíble odisea de la inmigración alemana en el norte de la Colonia Agrícola Nahuel Huapi. Lo que se llamó la Hostería Lago Espejo.
Si te interesa la historia regional preparate para subirte a la montaña rusa de Conrad y disfrutá.
Soy Conrad Meier, nieto de don Guillermo Meier, inmigrante alemán y poblador de la zona desde 1919.
¿Cuál fue la historia de don Guillermo, de donde venía y cómo llegó al lago Espejo?
Mi abuelo era alemán, él según nos contaba era medio retobado. En la época del Kaiser en Alemania, le tocó el servicio militar y en esa época no se embromaba. Él se hizo el distraído y como castigo le tocó doble servicio en la Marina, o sea, cuatro años. Mi abuelo estaba contento porque gracias a eso conoció el mundo. Le gustaban las máquinas y trabajó en las máquinas de los barcos. Nos contaba de Tanganika, lo que es Zimbawe, en el sur de África. Eran colonias alemanas en aquella época, así fue como conoció África.
Después se escapó del barco y se quedó ahí, en la construcción del ferrocarril y hablaba suajili el idioma de los Masai. Las famosas palabras akuna matata y simba me acuerdo de estas dos, la primera quiere decir no hay problema y simba es león pero él hablaba clarito y de corrido. Después volvió a Alemania y ya Europa le quedaba chica.
Vino a Bolivia a buscar oro, eso fue un fracaso total y terminó en Coquimbo en (el norte de) Chile donde hubo un terremoto y llegó justo cuatro horas después de un gran terremoto, las fotos de mi abuelo eran de un tren volcado, casas inundadas y derrumbadas, un desastre.
Ahí (ya) quería volver a su país y embarcó en un velero con tres mástiles, y dio la vuelta por el Cabo de Hornos cargado con guano, es decir, caca de pájaros, que se llevaba como abono a Europa, tres meses de viaje. Llegó a Europa unos días antes que empiece la primera guerra mundial, le tocó en la Marina, la pasaron muy mal, pasaron hambre, la población civil pasó hambre. Cuando terminó la guerra dijo:- chau Europa nunca más. Estaba entre volver a África o venir a Sudamérica. Como en Tanganika estaban los ingleses y no le gustaba, se vino para acá.
En esa época estaba el Hotel de Inmigrantes en el puerto de Buenos Aires y los que llegaban estaban en cuarentena, era una cuestión sanitaria, estaban 40 días ahí, si estabas sano te dejaban y si no, te fletaban de vuelta, así de sencillo. Ahí iba gente a contratarte, por ejemplo, por oficios y profesiones. Mi abuelo como herrero y mecánico lo contrató una señora que era la dueña de la estancia Mamuil Malal, terrible estancia que existe todavía en Junín de los Andes yendo a Chile. En esa época el gobierno quería que se pueble la frontera si cubrías ciertos requisitos te daban tierras, y te median el campo, tres días lo que podías andar a caballo del punto inicial para el más lejano, imaginate, le dieron 200.000has.
http://www1.rionegro.com.ar/diario/rural/7-030927.html
Era así, la Argentina estaba “despoblada”, incluso mi abuelo ahí se acuerda siempre de una tribu dentro de la estancia, el cacique Pereira (sobreviviente de la Conquista del Desierto).
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL005247.pdf
También se acordaba de cosas interesantes, mi tío, hermano de mi padre, de chiquito tenía verrugas alrededor de la boca y le daban remedios y no había caso, entonces alguien de la estancia le dice que vaya a ver a la machi, a la viejita curandera de la tribu y él dijo: - bueno. Fue y la machi le curó las verrugas. Después quedó compadre con el cacique.
¡Qué sé yo!, historias raras de inmigrantes y aborígenes.
Me gusta esta historia, me parece que siempre pueden convivir diferentes culturas, tan diferentes formas de vida.
Después (mis abuelos) no sé por qué se fueron a Bariloche, y trabajó en el hotel Suizo que estaba en la calle Mitre. Mi abuela iba de cocinera, ya había aprendido a cocinar muy bien en la estancia, y ahí los conoció don Primo Capraro que en esa época era el que mandaba en Bariloche y tenía su hotel Correntoso y el aserradero Correntoso que era donde hoy está la cabaña de Arauco.
El Primo Capraro fue a ver a mi abuelo para que se haga cargo del aserradero, se vinieron y ahí estaba la pensión Correntoso, no confundir con el hotel Correntoso.
La pensión Correntoso era un lugarcito donde paraba la gente que iba a Chile a caballo, casi no había huella y por supuesto no había camino. Mi abuela se hizo muy conocida por la forma de cocinar y la forma de atender a la gente y al Primo Capraro le gustó y le ofreció la pensión Correntoso, el primitivo hotel.
¿Cómo se llamaba tu abuela?
Carolina Dorotea Sustrate que es un apellido medio inglés, esa es otra gran historia. El origen es inglés en realidad pero el lugar donde ella nació, la provincia o estado en Alemania había sido un feudo ingles en Europa continental, por eso el apellido.
Estuvieron 10 años en Correntoso a cargo del boliche y la balsa que cruzaba el rio, ya que no había puente.
¿De qué año estamos hablando?
Del 26 al 36. En 1936 se crea Parques Nacionales.
Exequiel Bustillo había comprado el lote 8, Cumelen, crea el country y el Parque Nacional Nahuel Huapi toma forma cuando Bustillo es nombrado Presidente en la época de Justo creo, y conoció a mi abuela.
Ella nos contaba que un día Bustillo iba a tomar mate en la cocina del hotel Correntoso, mientras estaba haciendo su casa en Cumelen, y le ofreció: - Señora, elija el lugar que más le guste, que se lo vamos a vender, no regalar, para que haga su hotel. Ella quería irse a Bariloche para hacer un hotel, y él le digo:- no, en Bariloche tenemos, queremos que sean hoteles en diferentes lugares del Parque y ahí fue que eligieron Lago Espejo.
Primero por la burocracia fueron 10 has, después siete, y al final quedaron dos hectáreas, pero con el derecho a usar 50 has más para sacar madera, leña, criar animales
En esa época la población Espejo era como una granja, tenías carne, no había heladera, se carneaba animales, los diferentes vecinos los de la Bellunense, los Colletti, los Lagos de la Medialuna, los del otro lado del lago, carneaban un novillo y como no se podía conservar la carne se repartía. Este mes carneaba uno, entonces uno se llevaba la pata, otro la costilla y así, el siguiente mes carneaba otro y se devolvían el favor digamos.
Otra cosa interesante era, que había pobladores del otro lado del lago, los Martínez, los Chabol, Diem y Pinuer en Panguinal, hacían como señales de humo, se hacía un fogón con ramas verdes y no sé cómo se pasaban mensajes, por ahí carneaba Chabol entonces se sabía que iba a traer carne y el resto de la mercadería, lo que no se producía acá se traía del almacén de los Jones, ahí en Limay.
Continuará…